miércoles, 28 de mayo de 2014

LLEGANDO A LA RECTA FINAL


      ¿Quién me iba a decir a mí que podría llegar al final de este proyecto? Todo el mundo estaba convencido de ello, todo el mundo menos yo. 
      El camino se  hizo prácticamente insalvable a finales del pasado diciembre,  pero nunca  imaginé lo que faltaba por llegar. Cuando pensaba que había alcanzado la cima, los ojos me hacían ver la realidad y ésta era que aún quedaba mucho. Mucho y cada vez más cuesta arriba. 
      Día a día, semana tras semana, mis fuerzas fueron menguando, tanto que actualmente solo me queda la que me dan los resultados obtenidos y el recuerdo del abrazo de una alumna que me dio el último día de prácticas en la cafetería, diciéndome que lo había entendido todo y que había disfrutado mucho mis clases. Tengo que utilizar su recuerdo para este último tramo, la prueba más difícil, el reto más importante, ese último trabajo que hará que pueda conseguir mi objetivo.
      Cómo acabaré después de ello es una incógnita, pero de nada habrá servido todo mi esfuerzo a lo largo de estos meses si ahora no consigo el título. Así que voy a por él: cansada, casi sin ánimo y habiendo estado muchas horas delante de una pantalla de ordenador en lugar de vivir un poco mi vida pero todo encaminado hacia esa ilusión. Así que voy a continuar luchando, porque solamente quedan unos días más, un esfuerzo final más, y espero que dentro de poco pueda escribir que ya tengo mi título.

  

lunes, 9 de diciembre de 2013

CONCLUSIÓN





     
     Ya hemos llegado al final del camino, al final de esta asignatura que ha resultado ser totalmente diferente a las que yo he recibido a lo largo de mi vida. 

     Realmente no tenía expectativas en relación a ella, al igual que tampoco las tenía del resto; y no porque no me interesaran sino porque no tenía ni idea de que podías consultar toda su guía docente en algo que para mí era totalmente nuevo: el aula virtual. A veces, me he sentido un poco tonta e incluso incompetente al tener que lidiar con tantas cosas nuevas. El otro día, por ejemplo, en uno de los exámenes tipo test, lo retrasé unos minutos porque no sabía cómo tenía que rellenar el apartado del DNI, donde teníamos que marcar con lápiz los cuadraditos. La palabra para describir la situación era "ridícula" y así me sentí durante unos segundos, pero en el siguiente examen ya fue todo como la seda. Así me he sentido también en algunos momentos de esta asignatura, porque no sabía cómo afrontar cada actividad: mis neuronas yo son lo que eran y me ha costado conocer estas nuevas tecnologías, pero al final he podido realizar las tareas con bastante acierto. Quizás si las hubiese sabido un poco de antemano, o con más tiempo, para la búsqueda de información sobre las mismas, el nivel de estrés hubiera sido un poco inferior. Pero ahora ya está: prueba superada. 

     El método de aprendizaje ha sido muy satisfactorio: he aprendido todo el temario de una forma práctica, distinta y con un nivel de exigencia muy distinto al de mi juventud y, aunque el examen salió regular, seguro que voy a recordar con mucha fuerza conceptos y procedimientos que si hubiese tenido que aprender de memoria todo lo escrito en el manual. Ya sabemos que lo desconocido da miedo y rechazo, sin embargo haciéndole frente podemos llegar a descubrir sus virtudes y ventajas y, en este caso, han sido muchas.

     Llego al final del camino satisfecha por lo que he aprendido, y orgullosa de poder mantenerme en la actualidad de mis tiempos, aunque sea un poquito más lentamente que antes.

     Y para acabar, se me plantea una pregunta final a esta reflexión: 

     ¿Y qué voy a hacer ahora con este blog tan chulo que he creado?  

lunes, 18 de noviembre de 2013

DEBATE: ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD



     Como última práctica, Isabel nos ha propuesto debatir el tema de la atención a la diversidad en el aula y, para ello, ha hecho cuatro grupos que se han enfrentado dos a dos. Cada par defendía o atacaba el tema propuesto en turnos de intervención, basándose en una parte del texto guía de la asignatura y en datos recopilados de forma independiente. En mi caso, me ha tocado estar a favor de la diversidad y, por ello, he intentado hacerlo de la mejor manera posible, aunque como siempre los nervios han estado presentes a la hora de hablar en público.  

REFLEXIÓN

     Realmente mi postura es más favorable a la opinión contraria, aunque verdaderamente el término medio sería lo ideal. Voy a intentar explicarme. 
     Durante este mes y medio de clases he descubierto que la enseñanza actualmente ha cambiado muchísimo desde mi adolescencia. La diversidad, hace casi 30 años, no estaba tan presente en la clases como ahora: distintas etnias y culturas, y distintas clases sociales y contextos socio-económicos hacen que el aula sea muy diferente a mi época. Pero todo ello no implica que siempre habrán los que más fácil aprendan la asignatura y los que sean más duros a la hora de entenderla. 
     Al no tener hijos, no conocía toda la diversidad de cursos, opciones y caminos que actualmente están al alcance de la mano de los estudiantes, con el fin de poder conseguir el título de graduado. Y, aunque creo que es una buena opción para aquellos alumnos que realmente tienen graves problemas de comprensión y seguimiento de las materias, me ha parecido deducir que, actualmente, muchos alumnos se apuntan al carro del "no esfuerzo" y que muchos pasan a clases de diversificación, desdoblamiento y demás opciones sin que sea totalmente necesario hacerlo. 
     Se habla del problema de la masificación de las aulas pero cuando era adolescente éramos 40 en clase y el profesor tenía que llegar a todos y, casi siempre, lo conseguía. ¿Que habían suspensos? Claro, ¿cómo no? Pero ahí estaba el profesor para explicarlo todo de nuevo si era necesario. ¿Que había los que siempre estaban haciendo jaleo? Por supuesto, pero también existía el respeto al profesor, las normas y la disciplina y a una palabra del docente o a una mirada, todo volvía al silencio. Y con todo esto no estoy diciendo que tenga que volver el tiempo de la regla en la palma de la mano, o el de los libros en brazos en cruz ¡eso nunca! Pero también es necesario que los profesores vuelvan a imponer su autoridad sin perder por ello ese toque de motivación en las aulas. Es necesario ver quién realmente necesita esa diversificación, ese total refuerzo y separación del resto para poder enseñarle lo que no comprende, porque el sistema se está adaptando al nivel inferior sin ofrecer nada al que se esfuerza. Si los que pasan un poco de todo pueden conseguir el mismo título que los que sí se esfuerzan, pero gracias a un currículo mucho más suave que los segundos ¿dónde está la motivación para los que sí están atentos en clase y pasan horas delante de un libro intentando resolver todas las cuestiones planteadas en la ESO?

     En definitiva, diversificación SÍ, siempre que sea realmente necesaria, siempre que exista un problema REAL. Para el resto, un poco de exigencia, de autoridad pero siempre, siempre acompañada de clases imaginativas, en las que se fomente la participación, el diálogo, la "chispa" del profesor, la motivación del docente convertida en motivación para el alumno, las ganas de enseñar y de que el alumno aprenda, y el contacto con los jóvenes porque si estamos tan lejos de ellos, nunca conseguiremos que se interesen; tenemos que conseguir que quieran compartir con nosotros la magia de la cultura, de la ciencia, del saber y si nosotros no se lo ofrecemos con vocación, entusiasmo y dedicación, ellos tan solo lo recibirán como una obligación y ante eso, querrán elegir el camino del mínimo esfuerzo y, desgraciadamente en estos días, lo podrán seguir.
     

domingo, 17 de noviembre de 2013

PLAN EDUCATIVO DEL CENTRO (PEC)

     En esta práctica nos hemos adentrado en un plan educativo de centro. Hemos tenido que leer uno de ellos, escogido entre los de una lista, y hemos respondido una serie de preguntas sobre los valores, objetivos, horarios, etc.





     El PEC es un instrumento en el que se recoge información muy diversa : organigrama general, objetivos, funcionamiento del centro, etc. Contiene datos concretos sobre todo cuanto forma parte del centro, además de información sobre horarios, materias que se imparten o valores que quieren implantar en el centro. La estructura en la cual se basa el documento es bastante similar entre los distintos centros pero el contenido puede llegar a ser distinto .

     Al ser un documento público, es un instrumento adecuado para que los padres puedan informarse sobre las características y objetivos del centro en el que ellos puedan matricular a sus hijos. Además éste se lleva a cabo mediante consenso de diferente departamentos y órganos para que el proceso de enseñanza sea el más adecuado en relación a la enseñanza integral que en la actualidad se intenta realizar.

jueves, 14 de noviembre de 2013

LÍDERES Y TRABAJO EN EQUIPO

     En esta práctica, Isabel tenía una reunión y ha explicado el trabajo que teníamos que hacer a seis compañeros fuera del aula. Cuando han llegado, nos han comentado que teníamos que dividirnos en seis grupos y que cada grupo tenía que realizar un esquema del punto 2 del texto guía de la asignatura.

     En nuestro grupo hemos tenido a Moisés como líder que nos ha tratado muy correctamente. nos ha permitido dar nuestra opinión en todo momento, ha intentado que el grupo estuviera lo más cómodo posible haciendo el trabajo y, aunque tenía muy claro el trabajo que teníamos que hacer y actuaba como líder en toda regla, el trabajo ha sido compartido por todos los componentes del grupo incluido él. Al final, y con un poco de presión porque teníamos que trabajar a contrarreloj debido a que debíamos hacerlo en 30 minutos (y eso, en mi caso, me supone un incremento al estrés que ya llevo de por sí este mes y medio), el trabajo ha sido realizado con el mejor clima posible de actuación: el de la colaboración y entendimiento.

     La sorpresa ha sido cuando, al llegar Isabel, al cabo de media hora ha empezado a preguntar cómo había ido el trabajo y algunos grupos estaban un poco "mosqueados". La razón ha sido que isabel había encomendado a los diferentes líderes un rol distinto a cada par de ellos: dos eran líderes directivo-pasivos, dos eran líderes autoritarios y dos, como Moisés, líderes democráticos. Y aunque el trabajo ha salido adelante en todos los casos, el ambiente al hacerlo ha sido distinto en cada uno.

     Éste es nuestro esquema:





REFLEXIÓN

     Todos sabemos que en el mundo siempre han existido, existen y existirán líderes, pero la forma de actuar como tales es muy, muy variada. Sin embargo, la gran mayoría, se dividen en:

  • Directivos-pasivos: aquellos que mandan pero que no se implican en el trabajo, con lo cual, el trabajo finalmente sale adelante porque los trabajadores toman la responsabilidad de hacerlo correctamente, trabajando de una forma más o menos autónoma.
  • Autoritarios: aquellos que implantan su norma y su ley haciendo que todo el trabajo se realice pero creando, consecuentemente, un mal ambiente de trabajo
  • Democráticos: aquellos que, como Moisés, cuentan con sus empleados o compañeros de trabajo como sus colaboradores, atendiendo a sus opiniones y consensuando todo el proceso. 

     Y estas formas de liderazgo hacen que, aunque el trabajo siempre sale hacia delante, la sensación que nos queda en el interior es distinta. Todos querríamos un líder democrático a la cabeza de la empresa en la cual tenemos que trabajar. Ser escuchados, valorados y tenidos en cuenta es el paraíso en el mundo laboral pero, lamentablemente, eso ocurre pocas veces. Y eso que en mi caso no me puedo quejar: mi jefe siempre fue muy exigente, pero también comprensivo y justo. Él tenía muy claro que cuando el trabajador está contento y cómodo en su trabajo rinde más y mejor. Pero para ello, él también tenía que poner de su parte. Y lo hacía, ¡Y tanto que lo hacía!

     Pero esta situación no quita con que, muchas veces, un empleado o colaborador tenga que escuchar alguna vez en su vida el ya tan conocido "Yo no te pago para pensar" y es ahí donde todo cambia: se crea la tensión entre ambas partes y entonces aparece el lado oscuro de cada uno de nosotros. El líder se ratifica en su condición y aprieta más y el subordinado empieza a acordarse y a maldecir el árbol genealógico de la familia de su superior. Y en la actualidad, habiendo dejado de lado la etapa de bienestar, estamos intentando sobrevivir a esta crisis tan opresora, y no nos queda más opción que agachar la cabeza quemando bosques genealógicos en nuestra imaginación.

     Tampoco debemos olvidar los casos en los que los de arriba se despreocupan de todo y no sabes cómo dirigir ese barco que tienes en tus manos porque, aunque seamos competentes en nuestra tarea de navegar, no somos capitanes y eso provoca confusión y falta de confianza.

     Así que, tengamos el líder que tengamos, y eso es como jugar a la ruleta rusa, intentemos hacer el trabajo lo mejor posible y si en algún momento llegamos a ser alguno de ellos, recordemos nuestro ideal de líder: ese que nos escucha, que nos atiende, que valora lo que decimos y lo que hacemos y que actúa en consecuencia a ello, y  convirtámonos en él. Ambas partes saldrán ganando.

martes, 12 de noviembre de 2013

EL AULA COMO ESCENARIO DE COMUNICACIÓN Y RELACIÓN

     Para introducir este tema, Isabel nos pidió de forma espontánea que dibujáramos en la libreta nuestra ideal de lo que es para nosotros un aula, lo primero que se nos viniera a la cabeza y esto fue lo que salió en los dos minutillos que tuvimos para hacerlo (pido disculpas por la birria de dibujo pero el gen de las Artes lo tiene mi hermana y no yo).




     Tras un debate general sobre las aulas, su disposición y su utilización como espacio transmisor de conocimientos, Isabel nos pidió que hiciéramos un cómic con una situación de clase con la utilización del programa Pixton para los que, como yo, somos un pequeño desastre con un lápiz en las manos.             Verdaderamente este programa me ha encantado: aunque al principio fue un poco complicado poner a los alumnos en las posiciones que yo quería, gracias a un pequeño tutorial que encontré en la red pude acceder fácilmente a todos los menús para mover brazos y piernas, cambiar la expresión de las caras, poner comentarios...y lo cierto es que aunque voy agobiada de tiempo, este programita va a dar mucho juego en mi vida.
     Volviendo al tema principal, éste ha sido el resultado: ¡espero que os guste!




REFLEXIÓN

     Como he dicho antes, el aula siempre ha sido considerada el espacio transmisor de conocimientos del profesor hacia los alumnos. Con esta sencilla frase ya vemos que esta transmisión es básicamente unidireccional: el alumno participa poco o muy poco en la dinámica de la clase y cuando lo hace es porque el profesor le hace una pregunta, a la que muchas veces el alumno no sabe la respuesta. Eso lo deja en una posición difícil porque lo que no quiere hacer es el ridículo delante del resto y por ello tiene un cierto "miedo" a contestar.
     Por otro lado, cuando lo hace (bien o mal) no se genera nunca un debate, una interacción entre profesor y alumno o entre alumnos y eso, realmente, no resulta productivo en el proceso de aprendizaje.

     Otro punto a tener en cuenta es la disposición del aula: ésta principalmente es la que he dibujado más arriba a mano alzada. El docente se encuentra enfrente de los alumnos y el que está en primera fila no ve o no tiene contacto con el resto de la clase, no favoreciéndose en ningún momento el diálogo. Ya sabemos que el espacio de las aulas es reducido y más actualmente, en el que la masificación en ellas está a la orden del día; sin embargo, sería conveniente intentar un cambio de disposición de las mesas para poder beneficiar el debate entre todos.

     Por tanto, si sabemos que cuando existe un diálogo fluido entre las personas, se mejora la comprensión de los conceptos (hay que tener en cuenta que  lo que no puede hacer comprender el profesor  a los alumnos, porque su lenguaje es distinto al de los adolescentes, es bastante probable que lo pueda conseguir un compañero de clase porque habla el mismo "idioma" que el resto), lo mejor sería que desde un buen principio el profesor intentara crear un ambiente de confianza entre todos, dando tanto valor al acierto como al error, porque lo realmente importante sería la participación. Pero para poder participar tienes que sentirte escuchado y nunca burlado por tus palabras, tienes que sentirte cómodo para poder expresarte sin temor ya que cuando se nos escucha, nos sentimos valorados debido a que somos capaces de llamar la atención de los demás. ¿Cuánta gente sabe realmente escuchar? Muy poca, y esa debería ser una de las cualidades del profesor y debería saber transmitirla a los alumnos, haciéndoles valorar ese sentido tan importante y que tanto falta en nuestra sociedad actualmente.

     Ambiente de confianza, participación, interacción, y en definitiva, comunicación fluida entre profesor y alumno serían las claves para una mejora en la educación y, si a eso le añadiéramos una mejor disposición espacial en las aulas, que favoreciera ese diálogo el resultado del proceso enseñanza-aprendizaje sería muchísimo más beneficioso tanto para alumnos como para profesores.

sábado, 9 de noviembre de 2013

LA EVALUACIÓN

     En esta actividad, Isabel nos dijo que nos estudiáramos unas paginas del temario correspondiente a la evaluación. La verdad es que cuando las leí no pensé que fuera necesario memorizar nada porque el texto era más aplicado a la comprensión que a la  ya tan conocida acción de empollar. Así que, teniendo claros los conceptos acerca de cómo evaluar y la mejor opción de evaluación, me presenté el miércoles pasado a clase pensando que el examen que nos iba a ofrecer Isabel iba a ser una tarea de plasmar en el papel lo que había entendido.
     Craso error.
     Isabel vino con cuatro tipos distintos de exámenes: test con encabezado, test sin encabezado, desarrollo de aplicación y desarrollo de memoria. ¿Y cuál me tocó a mí? El de siempre, el de empollar y, así, salió como salió.



     Suerte que al final todo ello fue la base para un completo debate que se produjo después acerca de los métodos de evaluación.

REFLEXIÓN

     Teniendo en cuenta que la tarea de evaluar es uno de los proceso más difíciles a los que se tiene que enfrentar un profesor, vamos a intentar profundizar sobre este hecho.

     Cuando evaluamos, deberíamos tener muyen cuenta qué es lo que queremos evaluar y una vez que sabemos eso deberíamos realizar un examen acorde con esos objetivos. Así:

  • si queremos evaluar unos conceptos el examen sería tipo test. 
  • si queremos evaluar una aplicación de esos conceptos el examen sería de desarrollo.

     Pero ¿qué sucede si queremos evaluar por competencias? Este concepto de "competencias" es muchísimo más global que todo lo anterior hablado, ya que cumplir con las competencias es formar a alguien para que sea competente, va a hacer que el sujeto sepa elegir la mejor opción  para aplicarlo adecuadamente en una situación determinada. Hay que enseñar a que el alumno piense, que aprenda a aprender. Sin embargo, eso no implica que no debamos enseñar contenidos que no tengan aplicación, ¡claro que no! Esos contenidos son necesarios para convertirnos en seres perfectamente sociables, con una cultura interior importante que hará que crezcamos como personas.
      Pero entonces ¿cómo evaluamos eso? ¿Con un examen final? ¿Con un número del 0 al 10? Es realmente complicado, porque para ello deberíamos evaluar de una forma auténtica y, hoy por hoy, esa evaluación es totalmente utópica. El sistema educativo choca contra un muro de hormigón a cada curso y por ello se continua aplicando la misma forma de evaluar.

     La semana pasada en la presentación del proyecto número 12, Antonio Gómez Carmona, admitía que la evaluación era un problema muy importante en su proyecto sobre nuevas tecnologías porque los profesores del centro de Córdoba se encuentran bastante solos en este ámbito, ya que no existe una evaluación establecida que guíe a los profesores que se embarcan en este tipo de proyectos. Como consecuencia, él aplicó la evaluación que creía más correcta: la justa.

     Y ahí entramos en otro tema importante en el tema de la evaluación: ¿justicia u objetividad? Algunos pensarán que objetivos: respondes esto, obtienes esto. Pero ¿cómo vamos a ser objetivos si nosotros mismos somos seres subjetivos? En el momento de puntuar, ¿nos desquitamos de nuestros sentimientos, de nuestro día a día con los alumnos, de nuestra observación diaria de su interés (o desinterés) por lo que estamos enseñando como, sencillamente, nos quitamos el sobretodo cuando llegamos a casa una tarde de invierno? Claramente, no. La interacción con ellos nos influye, igual que nosotros influimos en sus mentes y en sus corazones y por muy objetivos que queramos ser, nunca conseguiremos el 100% de objetividad. Con lo cual, dentro de este mar de subjetividad en el cual nos vemos inmersos, intentemos ser lo más justos posibles en nuestra actuación. Pensemos que tan válido es añadir esas décimas en un examen suspenso para conseguir el aprobado como esas mismas décimas en el excelente para conseguir una matrícula de honor. Pero también seamos justos a la hora de suspender, seamos flexibles sin ser permisivos.

     En conclusión, la coherencia debe ser la base del proceso de la evaluación. Debatamos, hagamos exámenes tipo test o de desarrollo, inventemos nuevas formas de evaluación que sean acordes con lo que queramos evaluar, pero por favor, intentemos aplicar el sentido común en el punto final del proceso educativo de cada curso. El resultado final será mucho más satisfactorio para el docente y sobre todo para el alumno.